Conoce el proceso que se lleva a cabo para realizar una auditoría de redes, así como sus beneficios.

La conectividad industrial se ha expandido en el mundo empresarial durante las últimas décadas. La digitalización ha hecho los procesos de producción más sencillos y con menor margen de error; sin embargo, todas las herramientas que ahora se tienen ─como los sistemas de red─, también requieren cuidados para seguir ayudando a optimizar el trabajo.

Cuando una fábrica o compañía depende en gran medida de su red industrial, debe hacer énfasis en evitar que ésta sufra fallas de cualquier tipo. Es aquí donde entra la auditoría de redes, un análisis minucioso que recoge información detallada de dicha red para analizarla. Con estos datos se podrá obtener un panorama del estado general, aspectos a mejorar, de estándares de cumplimiento, etc.

Realizar esta tarea no tiene solo el propósito de que el rendimiento de la empresa aumente. También es relevante para mantener la seguridad en cada dispositivo utilizado por los empleados y protegerlos de ataques cibernéticos. 

Tipos de auditorías de redes

El procedimiento se decide al saber qué tipo de red se va analizar. La auditoría de redes puede hacerse por medio de tres vertientes:

  • Física o digital: O lo que es lo mismo, al hardware o al software. Esto para comprobar que todo marche bien, cumpliendo exigencias de seguridad y rendimiento.
  • Interna o externa: La primera se refiere a revisar los protocolos y la configuración de la red. La segunda se encargará de revisar accesos como firewalls y routers.
  • Inalámbrica o con cables: La auditoría depende del tipo de conexión de los equipos. En redes inalámbricas, hay que asegurarse de que se aprovechen las herramientas de cifrado, necesarias para proteger la información de la empresa.

Pasos para realizar una auditoría de redes

La auditoría de redes por lo regular será realizada por un experto en ciberseguridad, un analista de redes o profesional de TI con gran conocimiento técnico. Los puntos a tomar en cuenta son los siguientes:

  1. Inventario: Consiste en auditar todos los dispositivos de la empresa y confirmar que reciben actualizaciones de firmware y otros requerimientos de los proveedores. En esta parte del proceso se sabrá si deben desecharse algunos equipos y cuáles habrá que reemplazar.
  2. Consumo de ancho de banda: Se analiza con cuidado el uso de la red y se identifican las acciones que consumen más de ésta. Con este conocimiento, se pueden hacer cambios para optimizar los procesos.
  3. Accesibilidad: En infraestructuras más grandes, habrá más usuarios. Restringir o reducir accesos ayuda a verificar cambios cuestionables, para revertirlos sin perder mucho tiempo.
  4. Configuraciones: En el mundo digital, las configuraciones deben cambiar de forma constante para mantener el rendimiento de la red y su seguridad. Durante esta revisión también se actualizan las reglas del firewall.
  5. Estado general de la red: En una buena auditoría de redes se conocerán los parámetros de disponibilidad y se sabrá cuáles equipos están dando problema o incumpliendo las tareas. A partir de esta información, se puede elaborar un plan de acción para solucionar errores.

Para realizar una auditoría de redes hay herramientas que automatizan el proceso, aunque muchas de las tareas pueden practicarse de forma manual. Lo importante es recordar que con estos procedimientos, la empresa ahorrará tiempo y dinero, gracias a la reducción de problemáticas.

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