Aún hay empresas adaptándose a la cuarta revolución industrial, pero esto no impide que la industria 5.0 ya venga en camino. Conoce más sobre el tema aquí.

Si antes el mundo industrial avanzaba rápido, ahora con la tecnología y con la aceleración digital que provocó la COVID-19, resulta un poco difícil mantenerse al tanto de todo lo que está sucediendo para cambiar y optimizar los procesos de producción. 

Las revoluciones industriales van llegando cada vez más de prisa. Algunas personas y empresas apenas se están poniendo al tanto de la industria 4.0, entendiendo en qué consiste y cuáles son sus herramientas más eficaces; y ahora, ya se empieza a hablar de la industria 5.0. ¿Te sientes perdido con tanta información? Esto es completamente normal.

Primero, hay que hablar de ambas etapas y entender las diferencias, para después adentrarse por completo en la industria 5.0.

Industria 4.0 e Industria 5.0. ¿Cuál es la diferencia?

Lo que tuvieron en común las tres primeras revoluciones industriales, es que todas fueron impulsadas por una tecnología disruptiva. Cada una de ellas se identifica por una solución que cambió la forma de trabajar y los procesos de manufactura. En el caso de la primera, fue la máquina de vapor; en la segunda llegó la eficiencia de la línea de montaje y la tercera, por supuesto tuvo como principal protagonista a la computadora.

Al contrario, la industria 4.0 no ha tenido solo un elemento disruptivo; este ciclo se ha conformado de tecnología inteligente que brinda una variedad de herramientas, ofreciendo una verdadera ventaja competitiva para las empresas. Entre estas soluciones se pueden mencionar: la realidad aumentada, los robots autónomos, el big data y sus analíticas, la nube, el internet de las cosas y la ciberseguridad.

La colaboración entre humanos y máquinas es cada vez más común dentro de las grandes compañías, pero lo mejor del avance tecnológico que se vive, es que cada vez es más accesible también para PYMES. El impacto de la inteligencia artificial en el sector manufacturero, abre paso a optimizar los procesos industriales, pero quizá pudo dejar de lado el factor humano; es aquí donde aparece la llamada industria 5.0.

El término de industria 5.0 se utilizó por primera vez en 2021, año en el que la pandemia global aún estaba en su punto más alto. Cuando algunas personas trabajaban desde casa y otras más luchaban para conservar sus empleos ─tomando en cuenta que muchas empresas tuvieron que hacer recortes o cerrar por completo sus operaciones─, la Comisión Europea recalcó la relevancia de generar un impacto positivo en la sociedad y lograr una relación positiva entre colaboradores y máquinas.

¿Qué significa esto? En definitiva, la industria 4.0 se traduce en posibilidades ilimitadas gracias a la tecnología y herramientas digitales: automatización, menores costos, mejora de procesos y aumento de calidad, gracias a que las máquinas no cometen el error humano. Sin embargo, en un punto se dio tanta importancia a estas soluciones, que se olvidó por un momento que son las personas las que generan las ideas y sacan adelante el funcionamiento de las fábricas. 

La industria 5.0 no reemplaza a la industria 4.0, sino que la complementa fortaleciendo el trabajo en equipo de humano-máquina. La sostenibilidad, las personas y la resiliencia de las mismas, se convierten en los principales pilares de esta nueva etapa.

Lo que viene con la industria 5.0

Tomando en cuenta lo que ya se ha explicado, hay que recalcar que la industria 5.0 no representa una quinta revolución industrial. Su surgimiento se podría resumir en los siguientes puntos:

  • Anteponer las necesidades e intereses humanos dentro de un proceso de producción. Ahora no se trata de saber qué pueden hacer las personas por las máquinas; más bien, es pensar qué pueden hacer las máquinas por las personas.
  • Transformación indispensable a una industria sostenible. Cambios que incluyen menos consumo de energía, emisiones de efecto invernadero y desechos, para frenar la explotación y eventual agotamiento de recursos naturales.
  • Una industria sólida y preparada para enfrentar crisis. Si hay algo que dejó claro la COVID-19 en el mundo empresarial, es que la mayoría de las compañías no estaban listas para enfrentar un problema de esa magnitud. El sector debe ser resiliente, tener identificadas sus vulnerabilidades y preparar estrategias en caso de emergencia.

Como puedes ver, la industria 5.0 no va llegar para darte dolores de cabeza o para que tengas que aprender aún más de innovación y tendencias. Al contrario, llega para tomar en cuenta la contribución de la industria a la sociedad, poniendo al trabajador y a su entorno en un primer plano. 

Lo más importante es que la industria 5.0 no se limita a negocios que se dedican a la manufactura y a la producción en masa. Sus valores se pueden aplicar a compañías de todo tipo. Ahora bien, integrarla con la industria 4.0 tiene sus complejidades. ¿Cómo se están logrando esas colaboraciones entre personal y maquinaria?

  • En algunas empresas ya se prueban equipos de humanos y robots con la ayuda de inteligencia artificial, que tienen la meta de reducir residuos y aprovechar mejor los recursos.
  • Las interacciones son mucho más genuinas con la ayuda del aprendizaje automático que tienen las máquinas.
  • Utilizar software RPA y robótica para tareas repetitivas no solo minimiza la probabilidad de errores; también ayuda a que el talento humano se explote en actividades más interesantes.
  • La simulación con realidad virtual, realidad aumentada y gemelos digitales, ayuda a aprender sobre procesos sin poner en riesgo a los trabajadores, permitiendo realizar pruebas y experimentos sin peligro.

En este momento, incluso han aparecido los “cobots”, o sea robots colaborativos, que trabajan junto a un humano como su asistente/mano derecha. Estos se diferencian de los robots autónomos porque están programados para recibir instrucciones y reaccionar a las acciones de las personas. Este es el más claro ejemplo de lo que significa la industria 5.0.

El sector automotriz, como siempre pionero en innovación, fue uno de los primeros en apuntarse a esta tendencia. Los cobots resultan ideales para las tareas de riesgo como soldaduras y montaje, dejando a los colaboradores las operaciones más complejas y la observación detallada que asegura la calidad del producto.

Los beneficios que traerá la industria 5.0 para las empresas son variados. La atracción de personal y sobretodo la capacidad de mantener al equipo contento, siempre será una ventaja para el buen funcionamiento de una compañía. Por otro lado, la enorme importancia de adoptar la sostenibilidad ya no es solo por el bienestar de un negocio. Se debe voltear a ver el estado actual del medio ambiente y darse cuenta que las medidas ya se están tomando un poco tarde, pero aún hay mucho por hacer.

Por último, la industria 5.0 como respuesta a una aceleración sin precedentes de la tecnología, recuerda a todos los sectores que las soluciones digitales son poderosas aliadas, pero no tienen la capacidad de sacar adelante a una cadena de producción por sí solas. Es el factor humano el que tendrá la palabra final en los procesos; por lo tanto, siempre deberá ir en primer lugar.

¿Ya sabías en qué consistía la industria 5.0? ¿Se ha hablado de esta nueva etapa en tu empresa? Deja tus comentarios y si tienes dudas, solicita información con ANK, expertos en conectividad industrial.